El aliento nace de mi boca, como las palabras.
Y aunque escribo sobre el vidrio palabras que son ajenas al movimiento de mis cuerdas vocales, resultarán aún más lejanas para el espectador que apenas puede leerlas. Oscar Muñoz, artista colombiano, en su obra “Aliento” ya jugaba con lo efímero de este gesto.
“Susurro” consiste en escribir sobre un ventanal, utilizando las partículas de agua emitidas por el calor de mi boca, el relato de mi abuela, trabajadora sexual en su juventud. Para esto, tomo como base la transcripción que he hecho en un libro tamaño bolsillo sobre una de nuestras conversaciones (Vaso de agua).
Leo un poco y escribo. Al avanzar en la escritura, las primeras letras ya empiezan a desaparecer.
